EL TRANVÍA QUE INCENTIVA EL USO DEL VEHÍCULO PRIVADO
El pasado 20 de febrero de
2020 el Pleno del Ayuntamiento de Sevilla aprobó definitivamente el Plan
Especial de la Plataforma Reservada del Metro Ligero en superficie, tramo San
Bernardo-Santa Justa, la llamada “ampliación del Tranvía”.
Lo hemos repetido muchas
veces, esta actuación no es nueva, en 2008 se aprobó un primer Proyecto de
Ampliación del Tranvía desde el Prado de San Sebastián hasta Santa Justa, por
el gobierno municipal de entonces (coalición PSOE e IU) encabezado por Alfredo
Sánchez Monteseirín.
Aquel proyecto vinculaba a esta obra la construcción de aparcamientos subterráneos en la Avda. San Francisco Javier, en Santa Justa y en el Estadio del Sevilla F.C. entre otros, según informó Manuel Marchena, en enero de 2008, como vicepresidente de la Agrupación de Interés Económico del Consistorio de Sevilla (AIE) y Gerente de la Gerencia de Urbanismo.
El nuevo proyecto de ampliación aprobado en 2020
replica aquel primer proyecto en cuanto al trazado y también viene acompañado
de la creación de aparcamientos subterráneos en el entorno.
El Plan Especial de la ampliación del
tranvía solo reconoce los siguientes aparcamientos de Rotación o Mixtos
existentes en la zona:
No obstante,
para hacerse una idea de lo que significa la existencia de estos aparcamientos es
necesario conocer el movimiento de vehículos que suponen, si bien el Plan Especial
no concreta esos datos.
La Red Ciudadana de Sevilla ha obtenido los
datos de movimiento de vehículos, de los aparcamientos y muelles de carga y
descarga de los Centros Comerciales Nervión Plaza y El Corte Inglés Nervión,
con los siguientes resultados referidos a 2017:
El Proyecto Constructivo recoge que la
ampliación reducirá el tráfico de vehículos privados y sus emisiones
contaminantes. Una mentira más de este documento ya que se observan importantes
contradicciones.
En primer lugar, el proyecto mantiene el mismo número de carriles para la circulación del tráfico y conserva
los aparcamientos en superficie.
Por
otra parte, ni el Plan Especial ni el proyecto constructivo tienen en
consideración el impacto en la circulación de vehículos producido por los nuevos
aparcamientos ya en funcionamiento o que se crearán en la zona con las
actuaciones urbanísticas aprobadas en estos dos últimos años.
Los nuevos aparcamientos ya en funcionamiento o que se crearán en la zona son los siguientes:
Este
aumento de la oferta en aparcamientos producirá un enorme efecto llamada para el vehículo privado, ya que se duplicarán
ampliamente el número de plazas disponibles actualmente.
El tránsito y llegada de vehículos al
Casco Antiguo se limitarán y serán reconducidos a esta zona que es el primer
anillo con grandes aparcamientos subterráneos y variadas conexiones y
modalidades de transporte público.
El Delegado de Gobernación y Movilidad del Gobierno Municipal, Juan Carlos Cabrera, lo manifestó públicamente en julio de 2019, indicando que “seguirían trabajando en el actual mandato para ir poniendo en marcha otros aparcamientos, mientras que se van limitando los vehículos en el Casco Antiguo” y añadió, que apostaban por contar con aparcamientos disuasorios «en zonas importantes intermodales, como San Bernardo o Santa Justa».
La congestión del tráfico es inevitable
y la creación de una mayor oferta de aparcamientos no es solución puesto que al
facilitar el tránsito incitan a un mayor uso del coche. El transporte, la
circulación de mercancías y personas, es el mayor depredador de espacio y de
energía. Es el principal responsable de
las emisiones de gases contaminantes y de efecto invernadero; del incremento de
las temperaturas (efecto isla de calor); del ruido ambiental; de la degradación
urbana; daña seriamente la salud de sus habitantes y les impone un estilo de
vida.
El gobierno municipal parece
olvidar que la Red de Transporte Público, es una "determinación
estructural" que marca el modelo de ciudad, así lo contempla la Ley de
Ordenación Urbanística de Andalucía (LOUA).
El transporte público tiene que sustituir necesariamente al transporte privado, pero la apuesta decidida de los gobiernos municipales de Sevilla por mantener e incentivar el transporte privado sólo significa un urbanismo depredador del espacio público.
Esta zona será "la milla de oro de los aparcamientos y de la contaminación", una auténtica "Zona Cero".